19/3/12

Lenguaje corporal del gato




Cuando tienes un gato y un perro, además de varios niños, vas viendo y aprendiendo cómo interactúan. La verdad que es más sencilla la relación perro-gato que animales-humanos, quizás porque ellos conocen el "lenguaje" en el que el otro se expresa y saben a qué atenerse.
El caso es que dejo aquí una serie de escritos recopilados por aquí y por allá sobre el lenguaje corporal de un gato que nos echará una mano para entender a estas criaturas (el del perro es más sencillo, al menos el del mío).

Frotarse
A veces un gato se frota contra una persona y envuelve su cola alrededor de las piernas. Está tratando de conocer el temperamento de esa persona, y de saber si es amistosa o no. Es una forma de saludo.
Si un gato se frota contra ti con su cuerpo o los lados de su cara, sólo está marcando su territorio.
Sin embargo, si el gato se frota con su frente o su nariz, es una verdadera señal de afecto.
En ocasiones, cuando mi mujer lee en la cama, su gato se frota contra el pelo de ella.
Si le gritas a un gato, y sabe que ha hecho algo malo, se hincarán defensivamente, como dándose por vencidos. Esto es una señal para hacerte saber que él sabe que estás enojado.
Si tu gato está enojado contigo, pueden darse la vuelta y marcharse, con la cola hacia arriba, y sacudir una pierna como diciendo “ya vale, no quiero nada más, me voy”.

Cabeza, orejas y ojos

Si estira la cabeza hacia adelante, hacia tí, nos está pidiendo que lo toquemos, es signo de confianza.
Durante un conflicto, un gato confiado elevará su cabeza, mientras que un gato agresivo la bajará.
Un gato inferior o sumiso también agachará su cabeza, en sumisión. Sin embargo un gato inferior temeroso y agresivo también elevará su cabeza. Para comprender el mensaje, debes mirar el otro extremo del gato: su cola.
En la forma de ser de un gato influyen dos grandes factores: los congénitos y los educacionales. De ahí la importancia de ofrecer al gato desde su primera semana de vida todo tipo de mimos y caricias, tanto de los dueños como de otros gatos, para crear en ellos un sentimiento de confianza para su desarrollo futuro.

El significado de las diversas posiciones de las orejas es muy rico. Si las inclina hacia adelante; puede estar denotando relajación, aunque puede estar explorando el territorio. Unas orejas hacia abajo indicarán agresividad, mientras las plegadas hacia atrás suponen, agresión y/o temor (cuando se le riñe, por ejemplo).


Los ojos son también muy expresivos. Un estado de felicidad y placer coincide siempre con una mirada entrecerrada. Todo lo contrario sucede cuando siente miedo; las pupilas se dilatan ostensiblemente. Con un poco de atención a los ojos y orejas (así como bigotes o a la boca), es relativamente sencillo averiguar si el gato esta contento (ojos casi cerrados, y orejas hacia adelante), pendiente de su dueño (ojos muy abiertos y orejas hacia adelante), asustado (orejas recogidas hacia atrás), curioso (pupilas dilatadas y orejas hacia adelante), irritado (orejas hacia atrás, pupilas contraídas y bigotes hacia adelante), o agresivo (pupilas dilatadas, y la boca abierta para enseñar los dientes).

Los bigotes
Ayudan para determinar el ánimo del gato. En un estado relajado, los verás levemente hacia un costado.
Un gato feliz o curioso tiene sus bigotes completamente extendidos. A medida que el gato se muestra más interesado en algo, los bigotes se extienden hacia adelante, hasta quedar por delante del hocico.
Si el gato tiene miedo, está irritado, o está enfermo, sus bigotes se echan hacia atrás a lo largo de sus mejillas.

La boca
Un bostezo puede significar una señal de no amenaza. Un siseo con la boca abierta demuestra que el gato se siente amenazado y a la defensiva. Los gruñidos se emiten con la boca apenas abierta. El mostrar los dientes no es como en los perros; es la manera en la que el gato analiza las señales de aroma.
Si el felino abra su boca puede interpretarse como una amenaza y un síntoma de agresividad, sobre todo si también emite algún gruñido.

La cola

Cuanto más baja, más triste está el gato.
Si la mueve rápidamente es que está enfadado y puede mostrarse agresivo, pero un movimiento suave y pausado, es sinónimo de tranquilidad, de que quiere jugar o de que está concentrado en algo. Si la cola está rígida, debes fijarte en la punta: si está quieta, el gato quiere algo; si esta recta, está feliz, y si se mueve mucho, está irritado. Hay que tener cuidado cuando el felino arquea e infla su cola pues puede atacarnos. Si la hincha, cuidado.

Puede enroscarse en un gato que está sentado o durmiendo, o si está asustado puede “inflarse”. Una madre puede utilizarla también como un “juguete” para sus gatitos.

La cola del gato es una expresión de cómo se siente.
Una cola hacia arriba es una cola feliz. El gato está diciendo “Mira qué feliz que estoy”. Cuanto más baja la cola, más bajo el ánimo de ese gato. Un gato enojado o asustado llevará la cola entre las patas.
Cuando el gato está tranquilamente sentado mirando a algo, y la cola se mueve lentamente, el gato está concentrado en algo.
Si el gato agita su cola de un lado a otro no quiere decir que esté feliz de verte, sino todo lo contrario: significa que está molesto y enojado. Aquí es cuando el gato podría morder o arañar. Cuanto más la muevan, mayor será su enojo, por lo que trata esta señal con precaución.
Si el gato mueve la cola muy suavemente significa que está feliz, y probablemente con ganas de jugar.
Una cola recta, en forma vertical y rígida, con la punta hacia un lado, indica que el gato tiene curiosidad o está interesado en algo.
Una cola rígida, completamente vertical, con la punta también derecha, es una demostración de intensa felicidad. Cuando tiene la cola así, puedes estar seguro que tu gato está feliz de verte!
Una cola rígida con la punta que se sacude significa que el gato está algo irritado, así que ¡precaución!
Una cola inflada y arqueada indica que el gato está en una posición defensiva. Cuidado, pues una defensa puede convertirse fácilmente en ataque.
Una cola sumisa se parece mucho a una cola enojada en su movimiento de un lado a otro, pero normalmente se posiciona más baja que la cola enojada.

El lenguaje oral
El ronroneo

Proviene de las contracciones rápidas de los músculos de la laringe y del diafragma, apareciendo desde la primera semana de edad. El gato ronronea en presencia de otro gato o de una persona. Es expresión de alegría o de sumisión.
La mayoría de las veces significa que están contentos. Sin embargo, a veces un gato ronronea ante la expectativa de que van a estar contentos, como cuando le estás preparando la comida, o cuando saben que los vas a acariciar. En ocasiones, un gato ronronea cuando tiene miedo, o están heridos y con dolor.
El ronroneo se identifica con un sentimiento placentero por parte del gato. Estos sonidos continuos y roncos pueden dar a entender que el gato está a gusto a nuestro lado, pero también pueden darse durante un periodo de enfermedad del felino para comunicar su estado de dolor y de nervios.

Maullido.
Existe una gran variedad de maullidos cada uno con su propio significado:
La demanda.
La derrota.
El lamento (fácil de identificar, parece un llanto).
El gruñido y el bufido, utilizados para defenderse en caso de agresión.
El rechazo,…
Maullido silencioso: Tu gato puede acercarse a ti, girar apenas su cabeza, abrir su boca, y emitir un ruido ínfimo, casi como un hipo. Es la forma de un gato de decir “Por Favor”.
El catálogo de maullidos es amplio. Puede ir del corto y apenas inaudible, utilizado para llamar la atención sobre algo que necesita (comida, que le abran la puerta), hasta el prolongado y algo entrecortado, específico de la época en la que está en celo. Estos maullidos son constantes durante la noche y pueden resultar incómodos para el dueño (y los vecinos). Para evitarlo, tenemos la opción de la castración o la esterilización.

texto original de : http://lamazarcuta

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